La talla
actual de la Vble. Hdad. del Santísimo Cristo del Perdón - Paso
de la Exaltación, es obra del escultor Marco Pérez. El conjunto
escultórico esta compuesto por siete figuras, Cristo Crucificado
en el centro del paso, que es izado por dos sayones, otro sayón
mientras tanto empuja la Cruz, la Virgen María con la mirada
clavada en su hijo en la Cruz, María Magdalena que permanece
arrodillada a los pies de la Cruz y por último otro sayón
colabora con los otros apoyando una escalera en la Cruz.
El paso
es portado por 48 banceros. Es uno de los pasos más voluminosos
de nuestra Semana Santa.
Introducción
Durante unos
meses en el año 1998 se llevó a cabo los tratamientos de
conservación y restauración de las siete tallas que componen
nuestro paso, obra de Luis Marco Pérez, en el taller Albedo,
S.L. donde Miguel López y Carlos Álvaro tienen en Madrid. Son
esculturas de madera estucada y policromada, que por dos motivos
importantes, han sufrido un deterioro severo a pesar de no haber
cumplido los cincuenta años de vida. El primero de ellos se
refiere a la gran cantidad de piezas de madera encoladas que
forman cada una de las tallas. El segundo se origina en los casi
cincuenta años de desfiles procesionales y los movimiento y
tensiones que conllevan.
Las zonas de
unión de las piezas que forman cada talla son siempre puntos
débiles que, sin separarse realmente, producen el agrietamiento
de las capas de estuco y policromía que las cubren, llegando a
desprenderse en muchas ocasiones. Si bien estas alteraciones se
pueden subsanar, el desconocimiento de quienes se han encargado
de repararlas durante años han llevado a la pérdida de grandes
zonas de policromía original; en cualquier caso hay que tener en
cuenta que son intervenciones bien intencionadas, propias de una
época y que tienen mucho que ver con el sentimiento de afecto al
paso titular de una Hermandad.
En las manos
de cada Cofradía está, a partir de ahora, evitar llegar a esos
extremos y preocuparse de que las intervenciones periódicas de
mantenimiento permitan conservar las tallas de nuestra Semana
Santa que, si bien tienen una vida corta en comparación con las
de otras ciudades, ya son obras de arte y como tales se deben
tratar.
Estado de Conservación
Los
problemas explicados en la introducción y las intervenciones
anteriores han llevado a las siete tallas de este paso a la
pérdida de gran parte de la policromía original como
consecuencia de la aplicación de pastas en las grietas y su
posterior lijado que no se ha ceñido a las zonas afectadas, sino
que se ha extendido a amplias partes de la superficie que las
rodea; suponemos, también, que el lijado basto que se aprecia en
algunas zonas está muy relacionado con una mejor adherencia de
las nuevas policromía aplicadas.
La pérdida
de policromía original por golpes, roces y por el lijado de la
superficie ha conllevado la aplicación de pastas que no ha
afectado solamente a las zonas tratadas, sino que ha cubierto
toda la superficie original. Este proceso ha ocurrido un mínimo
de dos veces en la casi totalidad de la superficie de estas
tallas, aunque se han documentado hasta cinco intervenciones en
los ensambles problemáticos de algunas piezas. Un caso
significativo es el de la figura del sayón que sujeta la
escalera, en la que dos capas de repinte sucesivas han
convertido a esta talla en un negro; esto, a su vez ha supuesto
la transformación del color de la túnica para producir un
contraste entre ambos colores.
Otros daños
sufridos son los producidos por el ataque de insectos xilófagos
(carcoma) que ha afectado a las peanas y a la parte inferior de
algunas de las tallas. En cualquier caso no se han encontrado
insectos vivos y la cantidad y distribución de los orificios
indican un ataque mínimo y muy localizado.
Hay que
destacar la rotura de los dedos de algunas figuras y la
sustitución por pérdida de algunos de ellos por piezas de
escayola o madera.
Los
problemas de anclaje de elementos son importante en el brazo
derecho de la figura de Cristo y en el brazo derecho del sayón
que sujeta la cruz.
Tratamiento Realizado
El
tratamiento general de todas las tallas se centró, en primer
lugar, en el conocimiento de las sucesivas capas de policromía y
de su estado de conservación con el fin de elegir la profundidad
de la limpieza. Teniendo en cuenta la falta de calidad de las
capas no originales se decidió eliminarlas totalmente hasta
llegar a la policromía original, perdida en muchos casos.
Los
elementos sueltos o con sujeción deficiente se volvieron a
encolar previa colocación de espigas roscadas de acero
inoxidable.
Se aplicó un
tratamiento preventivo contra los insectos xilófagos para
proteger las tallas de futuros posibles ataques durante un
tiempo relativo. Es importante el seguimiento con respecto a
este problema para detectar nuevos ataques de carcoma e impedir
un deterioro mas profundo mediante la aplicación de nuevos
tratamientos.
Se procedió
después a la reintegración de grietas, golpes y arañazos
profundos con nuevo estuco o con una resina epoxídica segun las
necesidades de resistencia o moldeo en cada caso.
La
reintegración cromática de las lagunas existentes fue el paso
siguiente. En algunas zonas la policromía debió rehacerse en su
totalidad, en otras se aplicaron veladuras para entonar zonas
originales y reintegradas, y en muchos casos la reintegración
tuvo un carácter puntual reducido a las pequeñas lagunas
existentes cuando la policromía original estaba bien conservada.
Finalmente
se aplicaron capas de protección y de acabado de goma laca,
previo fijado de algunos colores con resinas acrílicas para
evitar el problema de incompatibilidad de disolventes. El hecho
de que las figuras se crearan hace pocos años ha supuesto que,
incluso las policromías originales tienen los mismos disolventes
que la pintura empleada en las reintegraciones y repintes.
Proceso de las restauraciones de las diferentes tallas
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Detalle de la cara
antes del tratamiento |
Tras la limpieza y
estucado |
Imagen final después de la restauración |
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Detalle de la cara
antes del tratamiento |
Tras la limpieza y
estucado |
Imagen final después de la restauración |
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Detalle de la cara
antes del tratamiento |
Tras la limpieza y
estucado |
Imagen final después de la restauración |
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Detalle de la cara
antes del tratamiento |
Tras la limpieza y
estucado |
Imagen final después de la restauración |
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Detalle del Faldón
del Sayón derecho antes del tratamiento |
Tras la limpieza y
estucado |
Imagen final después de la restauración |
Conservación
Estos
tratamientos no tienen una validez indefinida. Todo bien
cultural debe tener un programa de seguimiento para saber si, en
un momento determinado, puede necesitar nuevas intervenciones.
El hecho de
que estas tallas pertenezcan a un paso procesional facilita su
deterioro ya que están todos los años expuestas a los factores
climatológicos y a las tensiones lógicas producidas en un
desfile.
Por lo tanto
es normal que las grietas puedan aparecer desde el primer
momento en el que las tallas se mueven de sitio. Lo importante
es que los tratamientos necesarios para evitar daños mayores se
hagan con un conocimiento total de los criterios vigentes y con
el respeto debido a cada figura.
La Hermandad
tuvo dos pasos anteriores al que actualmente participa en la
procesión "En el Calvario".
El primero
fue completado en 1906 al recibir la última talla, en este caso
el Crucificado, obra del escultor José Quixal, el cual fue
reemplazado en 1909 por la talla que realizó el valenciano José
Tena cuyo paso estuvo desfilando en nuestras procesiones hasta
1936, año en el que debido a la guerra dicha talla quedo
destruida.
En 1948, la
Junta de Cofradías da el visto bueno al boceto presentado por
Luis Marco Pérez para la elaboración de el paso de la Exaltación
con un coste total de 60.000 pesetas. En 1951 desfiló por
primera vez la talla actual por las calles de nuestra ciudad.
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La
Exaltación - Talla de José Tena. |