Nuestra Historia.
La Junta General celebrada por la hermandad del Santísimo Cristo del Amparo en la ermita de San Antonio Abad con fecha 6 de abril de 1902, se constituirá en el primer cimiento de la Cofradía y del Paso de la Exaltación:
«El secretario hizo presente a la hermandad que varias personas pías de esta Ciudad le han rogado, con el objeto de honrar mas al Santísimo Cristo y al mismo tiempo dar mas realce a las procesiones de Semana Santa que tenían el propósito de hacer el misterio de la Exaltación de la Santa Cruz, sin variar la advocación del Santísimo Cristo, que seguiría con la denominación del Amparo, esperando del celo de la Hermandad que ha de acceder gustosa a esta innovación y contribuir al mayor esplendor y culto del Santísimo Cristo, pues con ello y de aceptarse esta proposición saldría procesionalmente el día del Viernes Santo, tributándosele esos días el culto y la veneración debidos. Al propio tiempo resultaría beneficiosa la Hermandad que para atender a los gastos que esta innovación ha de ocasionar se cuenta con recursos para ello, los cuales serán satisfechos por las personas que se proponen introducir esta reforma para lo que se ha formado una lista de los señores que con este mismo fin desean ingresar para formar la que se ha de constituir bajo el nombre de la Exaltación de la Santa Cruz y que son los siguientes: Constancio Jiménez, Francisco Arquero, Andrés López, Rogelio Sanchiz, Luis Velasco, Ángel Peñalver, Rafael Macho, Saturnino Pérez, Gerardo Mingo, Manuel Cubas, Lorenzo Torrero, Leopoldo Garrido, Agapito del Olmo, Antonio Yunta, Tomás Hernaiz, Antonio Martínez, Laureano Montoya, Pablo Pérez, Domingo Puerta, Antero Nieto, Tomas Solera, Federico Saiz y Bautista Vindel».
Tras diversas consideraciones se acuerda por unanimidad «sin perjuicio de modificar el presente acuerdo cuando la Hermandad lo tenga por conveniente» autorizar a que la imagen del Santísimo Cristo del Amparo se coloque en el misterio de la Exaltación de la Santa Cruz, previo permiso del Cabildo de Santa Catalina, y caso de no existir conformidad, «volverá la Hermandad del Santísimo Cristo del Amparo a quedarse en las condiciones que hoy se hallan y los señores que se han admitido para formar la de la Exaltación en completa libertad de constituirse por separado si así lo tienen por conveniente».
Las actas sucesivas se encabezan «reunidos los señores que componen la Hermandad del Santísimo Cristo del Amparo y los de la Exaltación de la Santa Cruz».
Se autoriza a realizar la reforma necesaria en la talla del Santísimo Cristo y en Junta del 6 de julio de 1902 se nombre una comisión de la Hdad. del Stmo. Cristo del Amparo compuesta por los Sres. Ramón Lucas, Francisco Abarca, José Royo y Bernabé Aguilar para que se pongan a disposición de la comisión de los señores componentes de la Exaltación, formada por los Sres. Rogelio Sanchiz y Juan Julián Jiménez, para que ayuden a estos en los trabajos necesarios.
La Concordia fundacional del desfile, se había firmado el 16 de febrero de 1902 entre las Hermandades del Stmo. Cristo de la Luz, Stmo. Cristo de la Agonía y Stmo. Cristo de la Salud, firmándose nueva concordia para admisión de la Hermandad del Stmo. Cristo del Amparo o Paso de la Exaltación, haciéndolo en representación de esta ultima los hermanos Ramón Lucas, Esteban Lucas, Francisco Abarca, Rogelio Ayllón, José Royo, Juan Julián Jiménez y Bernabé Aguilar, teniendo lugar el acto en la sacristía de la Parroquia del Salvador el 14 de septiembre del mismo año, aprobándose por unanimidad la admisión bajo las bases fijadas en la concordia fundacional:
1.- Todos los años a las diez en punto de la mañana del Viernes Santo, celebrarán las cuatro Hermandades la procesión que fue autorizada por el Provisor del Obispado el 24 de marzo de 1902, debiendo terminar a la una en punto de la tarde.
2.- La Presidencia la ostenta el Stmo. Cristo de la Luz, empezando el desfile en la Parroquia del Salvador, con los pasos del Cristo de la Agonía y del Cristo de la Luz, incorporándose en San Esteban, los pasos de la Exaltación y del Descendimiento, para ascender a la Plaza Mayor entrando en La Catedral y retornando por el Peso a el Salvador, donde se retiran las Hermandades que aquí comenzaron y continuando hacia San Esteban las allí instituidas, con el guión del Cristo de la Luz.
3.- Los gastos comunes de la procesión serán satisfechos por partes iguales entre las cuatro hermandades.
4.- Gastos comunes son la música, miserere, cera para la presidencia, munidor y derechos parroquiales. Librará los recibos el Depositario de la Hermandad del Cristo de la Luz.
5.- La Hermandad del Cristo de la Luz, queda autorizada para las contrataciones.
6.- Establece el orden procesional y que los cantores del miserere se colocarán entre los pasos Muerte y Descendimiento.
Con fecha diecinueve de julio de mil novecientos dos la Hermandad del Santísimo Cristo del Amparo, se dirige a los habitantes de la Ciudad, en escrito firmado por la comisión nombrada al efecto y formada por Francisco Abarca, José Royo, Bernabé Aguilar, Rogelio Sanchiz y Juan Julián Jiménez, solicitando donativos con un máximo de dos pesetas, con el fin de poder llevar adelante la ejecución del nuevo paso de la Exaltación de la Santa Cruz. Los donativos podían entregarse a los miembros de la comisión o en la redacción de El Correo Católico.
No se comunica a la Junta General del Stmo. Cristo del Amparo hasta el 12 de octubre la firma de la mencionada concordia, informándose igualmente de que el Stmo. Cristo había sido remitido a Barcelona para su restauración y que la autoridad eclesiástica había autorizado el desfile del Viernes Santo. En esta misma junta los señores de la Exaltación invitan a los miembros de la Hermandad del Stmo. Cristo a concurrir a la procesión del Viernes Santo con la uniformidad adoptada para dicho desfile y dándoles facilidad para la adquisición de las tulipas que pueden pagar en cinco mensualidades. La asistencia al desfile es voluntaria.
La Junta del 15 de marzo de 1903, se da por enterada de la llegada del paso a la Ciudad, autorizando a los señores de la Exaltación para que se bendiga el Domingo por la tarde con sermón y cantándose después un miserere (realiza la bendición en la Iglesia de San Esteban, el Obispo de la Diócesis D. Wenceslao Sangüesa). En ella se estipula que la presidencia para el desfile del Viernes Santo la escogen los señores de la Exaltación, recayendo en su primer desfile en Rogelio Sanchiz.
En esta misma junta se sortean los puesto de los que serán los primeros banceros del paso: Jesús Enero, Manuel Cubas, Agapito del Olmo, Joaquín Martínez, Rogelio Ayllón, Tomas Hernaiz, Ángel Abarca, Matías García, Pedro Gómez, Saturnino Pérez, Lorenzo Torrero y Antonio Martínez (tienen la obligación de abonar dos pesetas con cincuenta céntimos para los fondos de la Hermandad).
Será la Junta General del 13 de marzo de 1904 la que establezca como obligatorio para los hermanos de la Hermandad del Stmo. Cristo del Amparo la asistencia al desfile del Viernes Santo con el uniforme que se tiene establecido y bajo multa de una peseta para los no asistentes. Este acuerdo produce la primera divergencia, dejándolo sin efecto en la junta del 17 de abril del mismo año «toda vez que la mayoría de los hermanos que la componen no se hallan conformes con la innovación introducida».
La Junta del 19 de marzo de 1905 acuerda que se hagan doce túnicas para los que llevan el paso en la procesión del Viernes Santo y se invite a los hermanos del Stmo. Cristo por si quieren llevarlo y que en caso contrario se contraten doce hombres a los que se abonará dos pesetas a cada uno por este servicio.
El 11 de junio de 1905 los Señores de la Exaltación proponen que se haga extensivo y obligatorio a todos los hermanos el participar en el sorteo de los banzos (pues para ello se han hecho las túnicas) originándose una agria y dilatada discusión que acaba en el siguiente acuerdo adoptado por unanimidad :»Que con el fin de evitar estas discusiones y rozamientos dentro de la Hermandad, y los disgustos consiguientes se convoque Junta General extraordinaria para tratar de manera terminante si la Hdad. de Stmo. Cristo acepta la innovación introducida y para que los señores de la Exaltación tomen la resolución que crean conveniente caso de quedar desligada».
Se celebra esta junta con fecha 25 de junio de 1905, acordando la Hermandad del Stmo. Cristo del Amparo por mayoría separarse de los señores que forman la de la Exaltación, dejándola en las mismas condiciones en que se encontraba el día 6 de abril de 1902 en que se hizo la agregación, quedando los señores de la Exaltación desligados por completo de la Hermandad y pudiendo constituirse u organizarse de la forma que tengan conveniente, quedando ambas corporaciones en total libertad para regirse y administrarse separadamente.
La actual Hermandad fue instituida el 2 de julio de 1905, bajo la Advocación del Stmo. Cristo del Perdón, con el fin de tributar culto a una imagen de Cristo en el misterio de su Exaltación.
Fueron sus fundadores:
Luis Velasco, Federico Saiz, Sotero Descalzo, José Nuño, Laureano Montoya, Gerardo Mingo, Matías García, Cristóbal Condes, Antero Nieto, Pablo Pérez, Julián Miranzo, Juan Enero, Ángel Peñalver, Rogelio Sanchiz, Francisco Arquero, Aquilino López, Rafael Macho, Santos Martínez, Telésforo Miguel de Priego, Constancio Jiménez, Manuel Cubas, Tomas Hernaiz, Celestino del Olmo, Bernabé Aguilar, Leopoldo Garrido y la hermana Paz Aranda.
El 6 de julio de 1905, se formaron las primeras Constituciones, que fueron aprobadas en Junta General del nueve de julio y ratificadas por la autoridad eclesiástica el veintisiete de octubre , quedando inscrita en el registro de Asociaciones el 20 de febrero de 1906, siendo publicadas para conocimiento de los hermanos en 1913 en la Imprenta La Conquense que se encontraba a cargo de A. Oliver.
El Art. 2º erige como sede la Iglesia de San Esteban.
En el articulo 6º se regula la uniformidad, consistente en túnica de cola de tres varas de larga, de satén de algodón de color tierra, capuz alto de corte de casulla de veludillo color café oscuro, sobre el pecho escudo con alegorías de la Exaltación, consistentes en una cruz inclinada apoyada sobre una escalera (esta es la misma uniformidad que se viene utilizando desde su incorporación al desfile).
Según el artículo 7º, el día 14 de septiembre, cuando fuera domingo y en caso negativo el anterior a este día, se celebrara una solemne función en honor del titular.
El articulo 13, regula que en la procesión del Viernes Santo, todos los hermanos llevaran una tulipa con vela puesta sobre una vara pintada color tierra, de metro y medio de larga, para el alumbrado del Santísimo Cristo.
Regulan igualmente que la cuota de entrada de los hermanos y hasta los cuarenta años de edad es de cinco pesetas; se eleva a diez pesetas hasta los cincuenta años, a quince hasta los sesenta y desde esta edad a veinticinco pesetas. Sea cual sea la edad aportará además una libra de cera y como cuota por sitios un real mensual (debe de llamarnos la atención como treinta y siete años después – 1942 – la cuota por sitios sigue inalterable si bien con pago anual en lugar de mensual).
Los hermanos tienen derecho a doce velas para alumbrar el viático y al día siguiente de recibirlo una misa de salud, la asistencia de la hermandad con cera y cetros a su entierro, veinte pesetas para ayuda de los gastos y una misa de réquiem al día siguiente del entierro. Estos derechos son transmisible, los casados a su mujer y los solteros a su padre o a su madre.
Del gobierno de la cofradía se encargan: el Hermano Mayor y su Teniente, Secretario, Depositario, Contador y tres Vocales. Y para el servicio de la hermandad un nuncio/cobrador.
La junta del 2 de julio de 1905, adopto el acuerdo de otorgar a la Hermandad del Cristo del Amparo, en recuerdo de su convivencia durante tres años, el poder designar cada uno a una persona, para ingresar en la del Perdón, sin pagar como cuota de entrada nada mas que dos pesetas cincuenta céntimos.
La primera Junta Directiva estuvo compuesta por: Telésforo Miguel de Priego como Hermano Mayor; Rogelio Sanchiz Catalán como su Teniente; Pablo Pérez de Depositario y Juan Julián Jiménez ejercía de Contador; Secretario nuevamente Rogelio Sanchiz y como vocales Jesús García, Antero Nieto y Bernabé Aguilar.
Con veinticinco pesetas donadas por el Excmo. Sr. D. José Lasso, Teniente General, se adquiere el 29 de octubre de 1905 el primer cetro de la cofradía.
Se acuerda solicitar a las hermandades del Stmo. Cristo de la Agonía, del Stmo Cristo de la Luz y del Stmo. Cristo de la Salud, que con efecto del 14 de septiembre de 1902 se tenga por sustituida a la hermandad del Stmo. Cristo del Amparo por la del Perdón, con todos los deberes y derechos establecidos en la Concordia de incorporación al desfile.
El 11 de marzo de 1906, llega a Cuenca la imagen del Crucificado, de tamaño natural, con destino al Paso de la Exaltación, que había sido tallada en Barcelona por el escultor José Quixal. La talla fue adquirida con limosnas y bendecida en el anochecer del Miércoles Santo por D. Jesús de la Plaza, párroco de San Esteban.
El nueve de mayo de mil novecientos seis se remite saluda a diversas personalidades conquenses, adjuntándoles una localidad para la función de teatro organizada en el Teatro-Liceo el día diez de mayo, con arreglo al programa (que desgraciadamente no obra en nuestro poder). La finalidad de la función es recaudar fondos para continuar con la mejora iniciada en el Paso de la Exaltación de Jesús Crucificado, para darle a las tallas tamaño natural. Se recibe gratis el teatro, alumbrado y orquesta así como el personal auxiliar necesario para la función, cediendo parte de sus derechos la Compañía Cómico/Dramática que en esos momentos trabaja en el Teatro.
El hermano Juan Julián Jiménez, plantea en la junta general del 21 de julio de 1907, la problemática el tamaño de las imágenes pese a las modificaciones realizadas y sobre todo su escaso valor artístico, por lo que piensa es necesario cambiar la totalidad del paso. Tras la conformidad de los asistentes, informa que por su cuenta ha mandado construir nuevas imágenes y andas, al escultor José Tena de Valencia con un costo total de dos mil pesetas (1,20 euros), y que el nuevo grupo escultórico se encontraba ya en su casa a disposición de la hermandad para hacer la procesión y que cedería sus derechos de propiedad, cuando la cofradía le fuese retornando su importe, para lo que daba todas las facilidades posibles. Acepta la cofradía y para mejor garantizarle el pago le nombra Depositario, autorizándole para ir cobrándose directamente las cantidades que buenamente se pueda.
Las figuras del antiguo paso, fueron sorteadas entre los cofrades.
No deben ser muy cordiales en estas fechas las relaciones con la Hdad. del Stmo. Cristo del Amparo, pese a que algunos hermanos comparten ambas cofradías, y así lo demuestra la Junta Extraordinaria celebrada el 1 de septiembre de 1912 por la Hdad. del Cristo del Amparo, convocada ante la solicitud de la Hdad. del Stmo. Cristo de la Exaltación para que se le prestasen las colgaduras para el novenario en San Esteban, la mayoría de los asistentes deniegan este préstamo, provocando la dimisión del Secretario, Juan Julián Jiménez, que abandona el local dejando los libros de actas sobre la mesa.
Para la admisión de la Hermandad de Ntra. Sra. de las Angustias, nueva reunión en esta ocasión en casa de Damián Martínez, el 25 de marzo de 1935, estando la Hermandad representada por Francisco Jiménez y Rogelio Sanchiz, llamando la atención, que en ningún momento de esta nueva constitución se menciona a la Hermandad del Stmo. Cristo del Perdón, sino a la Hermandad del Stmo. Cristo del Amparo (Exaltación).
La Junta de Cofradías celebra sesión extraordinaria el día 9 de noviembre de 1947, siendo el segundo punto del orden del día la exposición de que únicamente y tras la destrucción de 1936 queda únicamente por recuperarse la hermandad de la Exaltación: Por ello se proyecta hacer un concurso de bocetos cuyo premio consistiría en el encargo de la realización del paso. Igualmente se acuerda oficiar a antiguos hermanos que se recuerde para que reorganicen la hermandad y nombre el representante ante la Junta. con el fin de recabar fondos se cuenta con diez mil pesetas (60,10 euros) presupuestadas por la Excma. Diputación para este año y se podría intentar conseguir más fondos tanto de Diputación como de Ayuntamiento para el año siguiente.
La Junta de Cofradías el 7 de diciembre de 1947, acuerda destinar los fondos existentes y procedentes de Diputación a la terminación del paso de la Hermandad del Huerto, pero manteniendo los acuerdos de la reunión anterior y solicitando a Luis Marco Pérez, que remita boceto y forma de construcción del paso de la Exaltación.
El 11 de enero de 1948, la Junta de Cofradías da el visto bueno al boceto de Luis Marco Pérez, encargándole el paso con un costo total de 60.000 pesetas (360,60 euros) a pagar en varios plazos según disponibilidad de la economía.
Por parte de la Junta de Cofradías se pone el mayor empeño en la consecución de este paso, y así tras el ajuste de cuentas de la sesión del 10 de octubre de 1948, queda un saldo a favor de la Junta de 4.352,40 pesetas (26,16 euros), aprobándose a propuesta del Depositario, Manuel Saiz Abad, se entreguen a Luis Marco Pérez, cuatro mil e pesetas (24,04 euros) a cuenta del Paso de la Exaltación. Segundo pago que se le hacía y que totaliza a esta fecha nueve mil pesetas (54,09 euros).
En sesión de la Junta de Cofradías del 21 de enero de 1950, se pone en conocimiento de los asistentes que Luis Marco Pérez ha comunicado que el paso de la Exaltación estará preparado para desfilar el Viernes Santo de este año, por lo que se convoca reunión extraordinaria el día 5 de febrero citando a ella a los antiguos hermanos, así como a los industriales de la madera para ver la forma de reorganizar el desfile. Manifiesta el hermano Francisco Jiménez que el cetro de la hermandad lo tiene en su poder, que se han ofrecido algunos madereros y en especial la Compañía de Maderas para sacar el paso y subvencionar a la Hermandad. Se acuerda se publique un anuncio en Ofensiva, haciendo un llamamiento a los antiguos hermanos para que acudan a la mencionada reunión.
Definitivamente Marco Pérez, no entrega el paso antes de los desfiles, por lo que se le da como plaza de entrega la fecha de la fiesta (14 de Septiembre), recibiéndose escrito de la Empresa Sr. López San Juan y Sr. del Pozo, en la que se envía relación de sus operarios que desean pertenecer a la cofradía, acordándose constituir inmediatamente a la Hermandad, citando a los hasta este momento apuntados.
En la sesión del 10 de octubre de 1950 se da cuenta del escrito recibido de Luis Marco Pérez sobre el pago del paso y de las garantías que se le ofrecen para cobrar el resto. Se acuerda remitirle siete mil pesetas (42,07 euros) y recoger el paso en Madrid entre el 20 y el 25 de dicho mes y en cuando a las garantías recabar las subvenciones necesarias para el abono de las quince mil pesetas (90,15 euros) de ampliación sobre las sesenta mil (420,70 euros) que con el pago de siete mil (42,07 euros) ya tiene recibidas.
Definitivamente en la sesión del 14 de enero de 1951 la Junta de Cofradías comunica que se «queda constituida la Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón (Paso de la Exaltación de Jesús Crucificado) y se hace entrega del mismo a una comisión constituida oír : Ángel González, Felipe de la Torre, Antonio Cruz Cruz, Primitivo Atienza Serrano, Santiago Herrero Cohete, Ambrosio Andrés, y Julián Andrés Colmenar.»
El 24 de febrero de 1951, la Junta de Cofradías acuerda hacer una exposición en las Escuelas de Aguirre, con el Paso de la Exaltación y adornando la sala con fotografías y carteles.
En la misma fecha se aprueba hacer una operación de crédito con Caja de Ahorro Provincial para la adquisición de 50 túnicas para la Exaltación y 30 para la Esclavitud de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli.
Con el fin de dotar a la Hermandad de banzos, la Junta de Cofradías adelanta el importe de los mismos.
Son difíciles estos primeros años, y así la Junta de Cofradías se dirige a la Hermandad solicitando cumpla con sus obligaciones como tal, siendo necesario que en la Junta del 8 de julio de 1951 el representante de la Hermandad explique la situación de la economía y se decida que pueda demorar el pago hasta que su economía lo permita.
El presidente de la Junta de Cofradías en 21 de febrero de 1958, informa de la comunicación recibida del Párroco de San Esteban, Don Augusto Parra, en la que manifiesta lo reducida que ha quedado la Parroquia en espacio, debido al cotamiento de la nave central, por grave riesgo de hundimiento, por lo que los pasos de la Exaltación y el Descendimiento no podrán ordenarse en el interior de la Iglesia dado su volumen, pues restaría mucho espacio a los numerosos fieles que acuden esos días.
Ante la imposibilidad de otra solución se acuerda que las hermandades que componen el desfile de «El Silencio» sean puestas en andas el Martes Santo y desmontadas el Jueves Santo, montándose a continuación los pasos de la Procesión del Viernes Santo.
El 9 de abril de 1958 se habla por primera vez en la Junta de Cofradías de horarios del Viernes Santo, estudiándose que las dos procesiones (Camino del Calvario y En el Calvario), salgan hacia arriba. Se trata de evitar que los penitentes de la procesión de la madrugada coman bocadillos e ingieran bebidas en el descanso incumpliendo así el ayuno y que no se pierda el orden en la bajada del desfile En el Calvario. Esta última además de invertir sus recorrido debería salir a las dos de la tarde.
Definitivamente el 2 de febrero de 1959 la Junta de Cofradías acuerda el cambio del sentido en el itinerario del desfile En el Calvario, que se iniciaría en San Esteban a las diez horas, manteniéndose inalterable el desfile que le precede. Y ya en la Semana Santa de este año se produce escándalo entre la población conquense que deben esperar hasta las tres y media de la tarde para ver pasar el desfile por carreteria, con mas de hora y media de retraso.
El 20 de los mismos mes y año, la Junta de Cofradías acuerda que tras el desfile procesional, el Cristo del paso de la Exaltación quede en un dosel en la puerta de San Esteban junto con el paso de Ntra. Sra. de las Angustias, para presidir el acto cuaresmal de la predicación del Sermón de las Siete Palabras, que da comienzo a las tres y media de la tarde. La Hermandad del Cristo del Perdón no acepta este ofrecimiento, dado que es muy costosa la labor de desmontar las imágenes y no hay tiempo suficiente entre la terminación de la procesión y el inicio del acto litúrgico.
Se mantienen los problemas en la Parroquia y la Junta de Cofradías el 25 de marzo de 1960 autoriza a la Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón para que organice e inicie su desfile procesional desde la plaza de San Andrés.
El primer libro de actas que conserva en su poder la Hermandad se inicia con la junta del 31 de marzo de 1979. Hace la convocatoria el Secretario, Santiago Herrero Cohete, que tras una etapa de quince años al frente de la hermandad considera es imprescindible una renovación. Se renueva la junta directiva y se intenta infructuosamente incrementar la cuota anual a cien pesetas (0,60 euros) en estas fechas con cincuenta pesetas (0,30 euros), pero parte de los asistentes son partidarios de incrementar el precio de los banzos a quinientas pesetas pero tampoco ello es aceptado, dado que por lo pesado del paso existen continuamente problemas para conseguir banceros y se piensa que estos problemas se incrementarían ante una subida tan importante (desconocemos el importe que se abonaba anteriormente) quedando definitivamente en cincuenta pesetas (0,50 euros) la cuota anual y en trescientas pesetas (1,80 euros) los derechos por ser bancero.
Los directivos entrantes y salientes, se reúnen nuevamente en los locales de Falange (calle Hervás y Panduro) el 5 de abril de 1979, haciéndose entrega de la lista con los ciento veintiún hermanos que componen la hermandad; llaves del arcón con las propiedades que consisten en unas setenta horquillas y almohadillas; el estandarte (que hasta la fecha se conservaba en casa el hermano Joaquín Soria); tres capas y tres cetros que junto con 35.467,97 pesetas (225,18 euros) totalizan el total de los bienes de la hermandad (aparte del paso y andas).
La nueva junta se reúne el 18 de mayo con representantes de la Junta de Cofradías, para informarles del estado en que se encuentran en paso y las andas. Se habían solicitado ayudas (con resultado positivo) a las hermandades de la Soledad de San Agustín y de San Juan Apóstol, con el propósito de hacer nuevas andas y restaurar alguna imagen. Definitivamente y por sugerencia de Jesús Rolanía se acuerda dirigir circular a todas las hermandades de nuestra Semana Santa, solicitando ayudas y para evitar suspicacias y para que se pueda comprobar el destino del dinero se acuerda que todo lo recaudado con este fin, sea administrado por la propia Junta de Cofradías.
Hasta esta fecha la hermandad no ha recuperado todavía su escudo, decidiéndose recuperar el de los estatutos de constitución, que se había perdido. Las planchas para imprenta las hace el vocal Miguel Ángel Moset, siendo facilitados a los hermanos al precio de cien pesetas (0,60 euros).
El Hermano Mayor, Santiago Garrido, se encarga del cromado de los cetros y el vocal Rafael Fernández de que un familiar suyo borde el escudo en el guión.
En la junta de 16 de marzo de 1980 se estudia por primera vez la posibilidad de que los banzos sean subastados, decidiéndose mantener los cuarenta y cuatro puestos bajo el paso con una cuota fija . Se decide aumentar esta cuota a quinientas pesetas (3,00 euros) siendo cincuenta y uno los hermanos que quieren ejercer este derecho, por lo que se aumenta el numero de banceros a cuarenta y ocho quedando los tres sobrantes con suplentes.
En la adquisición de nuevas andas de los Hnos. Pérez del Moral se invierten 48.128.- pesetas (289,25 euros).
Surge igualmente discusión cuando se trata el nombramiento de Jefe de Banceros, toda vez que el hermano José Iniesta (que viene ejerciendo esta responsabilidad) manifiesta le debe respetársele este derecho que le fue concedido a titulo vitalicio, por lo que ante la inexistencia de papeles anteriores, se decide que sean dos los Jefes de Banceros.
Se informa en esta misma junta, que se desfilara por vez primera con dos faroles que han sido donado por la Hermandad de la Soledad de San Agustín, saliendo voluntarios para portarlos los hermanos Bruno Canales y Juan Martínez. Para portar al guión se designa al hermano Marcial Fernández por haber sido bordado por su novia. El sacerdote D. Dimas Pérez propone que todos los años se haga función religiosa, pues hasta la fecha no se viene realizando y que se realice de acuerdo con lo instituido en las constituciones, es decir el 14 de septiembre o en los domingos anterior o posterior a esta fecha. Se propone que se hagan las gestiones necesarias para que el paso baje a San Esteban y se conserve allí durante todo el año.
Se da cuenta a la junta general del 29 de marzo de 1981 del resultado de los donativos recibidos de hermandades:
San Juan y la Virgen 5.000 pesetas (30,05 euros).-
Virgen de la Luz 2.000 pesetas (12,02 euros).-
Esperanza 5.000 pesetas (30,05 euros).-
San Juan Apóstol 15.000 pesetas (90,15 euros).-
Soledad de San Agustín 25.000 pesetas (150,25 euros).- y seis capas.
Soledad del Puente 4.000 (24,04 euros).-
Jesús Nazareno del Salvador 25.000 (150,25 euros).-
San Juan Bautista 10.000 (60,10 euros).-
La Borriquilla 1.000 (6,01 euros).-
Jesús ante Anás 10.000 (60,10 euros).-
Igualmente se comunica que por campaña de venta de Lotería de Navidad se quedó un beneficio a favor de la hermandad de 48.300.- pesetas (290,28 euros).
En este año de 1981 se inicia la restauración de las imágenes con gastos totales para la hermandad de 260.035.- pesetas (1.562,84 euros) y que no se vera terminada hasta 1984. La realiza el hermano Rafael Fernández.
En esta misma junta se sitúa la cuota por banzo en mil pesetas (6,01 euros) asignándose la misma al portador del guión y para los portadores de los faroles cuota de quinientas pesetas (3,00 euros). Se subastan los dos puestos de Jefes de Banceros adjudicados en 1.000 (6,01 euros)- y 1.800 pesetas (10,81 euros).
Se estrena durante los desfiles la marcha procesional obra del autor conquense Julián Aguirre.
Nuevamente el 21 de marzo de 1981 se altera la cuota por banzo, subiéndola a mil quinientas pesetas (3,00 euros) y no cubriéndose la totalidad de los puestos, por lo que la lista queda abierta en poder del secretario para completarla hasta Semana Santa. Se subasta un único Jefe de Banceros que es adjudicado en tres mil cien pesetas (18,63 euros). Se hace entrega de una placa al compositor Julián Aguirre.
La junta del 13 de marzo de 1983 autoriza un donativo de 10.000 pesetas (60,10 euros) con destino a la restauración del paso de Jesús entrando en Jerusalén. Nuevamente se incrementa la cuota por banzo a dos mil pesetas (12,02 euros) y se acepta a la primera hermana (Isabel Conejero) que ocupa el puesto de Hermano Mayor.
Por vez primera se hable de la obligación de los Hermanos Mayores de correr con los gastos de invitar a los banceros y asistentes al desfile en la junta del 1 de abril de 1984, en la que también se eleva a dos mil quinientas la cuota por banzo, y se decide que el guión sea subastado (se adjudica en 4.000 pesetas (14,04 euros). Se acuerda en la misma junta el nombrar a D. Dimas Pérez, Consiliario de la Hermandad; que no se pongan flores al paso y que se soliciten presupuestos para la renovación del guión.
Colabora la hermandad en 1985 con una aportación de diez mil pesetas (60,10 euros) y con el traslado del paso a la Catedral, en los actos de homenaje y traslado a Cuenca de los restos mortales de D. Luis Marco Pérez, asistiendo con guión y cetros tanto al funeral como al traslado a San Isidro.
El costo de la realización del nuevo guión se eleva a 183.400.- pesetas (1.102,25 euros).
Hasta la junta del 9 de marzo de 1986 el Hermano Mayor es escogido de forma voluntaria, siéndolo a partir de esa fecha por riguroso orden de antigüedad.
La cuota por banzo se eleva a 3.000 pesetas (18,03 euros).
En la junta del 29 de marzo de 1987, se escoge al Hermano Mayor por orden de lista, de acuerdo con el acuerdo adoptado en la junta general del año anterior , manteniendo la elección de su Teniente previa presentación voluntaria, siendo en este año escogida la hermana Verónica Poyatos con tan solo doce años. La Iglesia de San Andrés se encuentra en obras por que retoma la cofradía el viejo sueño de retornar a la Iglesia de San Esteban, nombrándose una comisión para hablar con el Párroco. En este año se realiza su incorporación al desfile en la Plaza Mayor. La comisión estaba formada por: Dimas Pérez, Rafael Fernández, Jesús Rolanía, Bruno Canales, Emilio Mohorte, Quiterio Martínez y Antonio Martínez. Después de muchas conversaciones el 17 de abril de 1987 La Exaltación terminó su desfile en la Parroquia de San Esteban siendo este año su desfile más corto por estar San Andrés en obras y tras muchas conversaciones con el párroco de San Esteban accedió a que bajásemos nuestras imágenes a la cripta. Debido a los problemas para introducir las andas en la cripta por las medidas de la puerta el hermano Emilio Mohorte colocó una puerta a medida sin cobrar nada por ello.
La junta del 18 de marzo de 1988 eleva nuevamente en canon por banzo, estableciéndolo para este año en 4.000 pesetas. En la misma junta se realiza cuestación con destino a Manos Unidas, con un total de 7563.- pesetas y acordándose incrementar hasta las 10.000:- a costa de la economía de la cofradía. Se acuerda igualmente una donación de 10.000.- pesetas con destino a la nueva hermandad del Bautismo de Cristo.
Anualmente donativo de 15.000 pesetas a Monjas Angélicas por guardarnos todos los enseres procesionales, lavar y planchar las capas.
La junta del 12 de marzo de 1989 decide se realicen dos estandartes que sustituyan a los faroles.
Se renuevan la totalidad de las horquillas, en 1990, con un costo total entre palos, hierro, virolas y un maletín de madera con un precio de 133.000.- pesetas.
El deterioro que se va produciendo en los horarios del desfile del Viernes Santo, mueve a las hermandades que lo componen a la firma de una nueva Concordia, lo que se realiza el 10 de marzo de 1991, siendo su finalidad principal el mejorar la organización del desfile y profundizar en las relaciones entre las Hermandades que lo componen, así como el intento de recuperar la totalidad de los Pasos que históricamente lo componían.
En el art.2º se decide que la integración de una nueva Hermandad deberá contar con el consentimiento expreso de todas las que lo integran.
En el articulo 3º, se establece la iniciación del desfile desde la Parroquia de San Esteban a las 10,30 de la mañana del Viernes Santo, con incorporación de la Hdad. de Ntra. Sra. de las Angustias desde la Catedral.
Se constituye una Junta de Gobierno compuesta por dos miembros de cada una de las Hermandades (Art. 5º).
Los componentes de esta Junta de Gobierno compuesta en su cabecera por Secretario, Vicesecretario y Depositario, serán cargos anuales y rotatorios, recayendo en tres miembros de tres hermandades que ocupen lugares sucesivos en el desfile (Art. 6º).
El articulo 18 regula la organización de un solemne funeral el cuarto sábado de Cuaresma, por los hermanos fallecidos, siendo el acto litúrgico realizado de forma rotatoria en las Parroquias en que se encuentran ubicadas las cofradías que componen el desfile.
El articulo 19, establece la obligación de que tanto al Funeral como a las funciones de cada una de las Cofradías, asistan obligatoriamente los guiones de las cinco Hermandades.
En los Art. 20, 21 y 22 se regulan los fondos, que procederán por partes iguales de las cinco Cofradías, según acuerdo anual, sirviendo para los gastos propios de la concordia y para ayudar económicamente a cualquiera de las cinco que lo precise.
Son aprobados por la Junta General, que es muestra de la situación que atraviesan las relaciones entre las Hermandades que componen este desfile y la Junta de Cofradías, ya que en ningún momento se hace referencia a la misma, ni a la vinculación que deben las Cofradías mantener con ella, tanto por estatutos como por organización del propio desfile.
En esta misma junta se produce la dimisión del Secretario, Rafael Fernández Jiménez, lo que la junta no acepta, exigiendo el mismo que para continuar en el cargo será condición indispensable, que el resto de la Junta Directiva sea nombrada directamente por el Secretario, lo que es aceptado por la General.
La cuantía por banzo se eleva a 7.000.- pesetas, surgiendo en esta misma junta polémica sobre el reparto de la cera, acordándose que este año lo realice el mismo hermano que en años anteriores, pero previo pago de la misma cuota de los banzos y que para años sucesivos se subaste.
Los estandartes son bordados por las monjas Clarisas de Castil de Lences (Burgos) con un costo de seiscientas mil pesetas, siendo los dibujos obras de los hermanos Pedro Romero Sequí y Rafael Fernández Jiménez siendo el terciopelo donado por el hermano Eduardo Ladrón de Guevara Cano. Se adquieren cordones y varales por un total de ochenta y cinco mil pesetas en la casa de Flandes de Madrid.
En 1992 se reparten mas de mil cartas para la captación de nuevos hermanos.
En este mismo año se manda felicitación al Jurado calificados del concurso de carteles de Semana Santa, así como a Miguel Ángel Culebras Serrano, autor del primer premio y en consecuencia del cartel anunciador de la Semana Santa 1992, por haber escogido como motivo principal del mismo el paso de La Exaltación.
Se establece como cuota anual 200 pesetas, siendo hasta este año de 100 pesetas.
Tanto las andas como las tallas, se guardan ya en la Parroquia de San Esteban, pero en un trastero lo que impide su correcta conservación, considerando la cofradía se recibe un trato discriminatorio en relación con las otras hermandades ubicadas en esta Parroquia.
Nuevamente se efectúa una subida en la cuota por banzo que sube a ocho mil pesetas.
En la junta del 21 de marzo de 1993, se pone en conocimiento de los miembros de la cofradía, las negociaciones entre las hermandades componentes del desfile «Camino del Calvario» y del «En el Calvario», en relación con los horarios del Viernes Santo y al no llegar a ningún acuerdo satisfactorio un hermano propone no desfilar si a las doce y media del mediodía no se ha encerrado en desfile «Camino del Calvario» lo cual es aprobado por mayoría. La cuota por banzo se eleva a ocho mil quinientas.
Se mantiene en 1994, junto con el resto de las Hermandades componentes del desfile «En el Calvario», la preocupación tanto por los horarios como por los problemas originados en el desfile en su discurrir desde la Parroquia de San Esteban hasta la de El Salvador, por la avalancha de gente que se produce en sentido contrario al discurrir del desfile, procedente de la masa de nazarenos y espectadores que abandonan la Plaza del Salvador tras encerrar el desfile «Camino del Calvario» y que entorpecen y restan vistosidad principalmente al desfile de la cofradía que es la que apertura la procesión. Se acuerda montar una barrera de nazarenos que desvié a esta masa de gente, impidiendo el paso por la calle Alonso de Ojeda y desviándolos hacia las escalerillas del Gallo y hacia el túnel de la calle de Los Tintes. Son tres los hermanos voluntarios que aceptan participar junto con el resto de los que las otras cofradías en esta tarea.
Se origina fuerte polémica en la junta del 6 de marzo de 1994, por la situación creada en los desfiles del año anterior, en el que sin conocimiento ni autorización de la hermandad, tres hermanas portaron el paso alternándose durante el recorrido. Se origina una votación previa para ver si la junta general, puede restringir los derechos de unos miembros de la cofradía, siendo treinta y cinco votos favorables a que la junta general pueda decidir sobre esta cuestión contra ocho que no lo piensan así. Se pasa en consecuencia a votación definitiva en la que veintidós hermanos se muestran a favor y treinta en contra, por lo que se aprueba que las hermanas no puedan ser banceros.
Se eleva la cuota por banzo a diez mil pesetas, y el sorteo de dos de ellos entre los asistentes a la función religiosa del 14 de septiembre.
Se celebra la junta general extraordinaria el día 11 de diciembre de 1994 para la aprobación del nuevo proyecto de Estatutos «en sustitución de los en vigor que datan en 1905»
Previamente se aprueba retornar en capuz y fajín de color marrón originario de la cofradía, en sustitución del granate que se ha venido utilizando en los últimos años, para lo cual la cofradía adquirirá piezas de tela para venderla a los hermanos al 50% de su valor.
El primero de los artículos regula la costumbre que viene siendo habitual en los últimos años: «La imagen titular será venerada en el Altar Mayor de la Iglesia de San Esteban».
Por el tercero de ellos se incorporan oficialmente a la uniformidad los guantes blancos y los zapatos negros.
El articulo octavo inicia una nueva costumbre, la subasta de banzos.
La discusión sobre el noveno de los artículos es una de las que mas debate originan, ya que una parte de los presentes es partidario de que en el mismo se deje fijar el porcentaje con que la hermandad contribuirá a los fondos de la Junta de Cofradías. Es necesario recurrir a los Estatutos de la propia Junta de Cofradías que es la única que tiene facultad sobre el establecimiento de este porcentaje.
Se regula oficialmente que el secretario sea nombrado por la junta general, y que sea el elegido el que escoge directamente al resto de los cargos, que debe de presentar a la junta para su ratificación (Art. 12).
Pese al acuerdo tomado en la anterior junta general, la aprobación del articulo 18, provoca nueva polémica, ya que algunos hermanos piensan que impedir a las hermanas ser banceros, puede incluso ir contra la Constitución Española, definitivamente se mantiene esta salvedad, siendo la única diferenciación de sexos existente en los nuevos Estatutos.
Fruto del sentimiento de regular la diversidad de colores que se venia observando en el desfile, se faculta a los Hermanos Mayores para que puedan separar del mismo a aquellos hermanos que no vistan correctamente el uniforme (Art. 22).
Se regula por vez primera un capitulo sancionador:
Se considera falta grave la realizada por todo hermano contraviniendo con sus actos cuanto significa la Hermandad o la Religión Católica.
El hermano que blasfeme dentro del desfile será expulsado del mismo y sancionado como falta muy grave.
Igualmente será sancionado con falta grave todo hermano que acuda al desfile en estado de embriaguez, siendo un agravante que el hermano sea bancero, en cuyo caso la falta se convierte en muy grave.
Las faltas leves las impone la Junta de Diputación, son sancionadas con una multa de hasta cinco meses el importe de la cuota anual, provocando su impago una falta grave.
Las faltas graves se sancionan con suspensión de los derechos por un periodo no inferior a dos años, ni superior a diez años. Para sancionar las faltas graves se nombrará un instructor, quien redactará el expediente y su propuesta de resolución, lo que pondrá en conocimiento de la Junta de Diputación, siendo posible apelar si fallo ante la Junta General.
Las faltas muy graves se sancionan con expulsión sin posibilidad de readmisión. Tras el proceso de instrucción (siendo en este caso dos los instructores) la resolución corresponde a la Junta General, siendo inapelable su resolución.
En esta misma junta extraordinaria, se autoriza que a partir de enero de 1995 se ponga en marcha un sistema de Lotería mensual, aprobándose las papeletas de venta y comprometiéndose a la venta todos los hermanos. Pasado el primer trimestre del año se comprueba que el resultado no es lo satisfactorio que se esperaba. facultándose a la junta de diputación para estudiar la viabilidad de este proyecto que se ve frenado.
Para la Semana Santa de 1995 se acuerda que el desfile sea a las 12 horas, así como la elaboración de carteles informativos para evitar las avalanchas de gente en la primera parte del desfile, ya anteriormente mencionadas, en prevención de las cuales las hermandades que componen el desfile llegan al acuerdo de la campaña divulgativa y de que la seguridad en lugar de realizarse únicamente mediante voluntarios de las cofradías, se hará también con la colaboración de guardias de seguridad privada y de miembros de las fuerzas de seguridad, esperando mejorar así el resultado obtenido en 1994.
La junta general prohíbe a los banceros beber agua en plena procesión.
Se realizan las mesas con ruedas para facilitar el movimiento del paso en el interior de la Iglesia, encargadas a Rafael Redondo, recibiéndose donación del hermano Antonio Lara Lorente de videos del desfile procesional.
Llama la atención la junta general extraordinaria celebrada el dos de julio de 1995 convocada para ratificar el proyecto de estatutos, ya aprobado en junta del 11 de noviembre de 1994, y que se celebra en esta nueva fecha para hacerla coincidir con el noventa aniversario de la fundación de la hermandad. Asisten catorce hermanos.
Existen diferencias entre los Estatutos aprobados en 1994 y los ratificados en 1995:
En el articulo octavo se incluye «adornando el grupo escultórico con romero».
También sufra modificación el articulo 11 al que se añade que los fondos se destinaran también a ayuda de los hermanos necesitados que lo soliciten.
Se modifica el art. 13, en cuanto se refiere a las condiciones para ser admitido como miembro de la cofradía, no pudiendo ser admitido:
– Quien rechace públicamente la Fe Católica o se aparte de la Comunión Eclesiástica.
– Quien se encuentre condenado por una excomunión, impuesta o declarada.
– Quien profese un ateismo notorio.
– Quien milite en organizaciones anticristianas o que contradigan a los fines de la hermandad.
– Quien solicite su ingreso sin un deseo sincero y serio de pertenecer a la hermandad.
Se otorga voz y voto a los mayores de catorce años.
Aparte de la función anual, se ofrecerá un funeral de difuntos, el día después y uno en particular para cada hermano, cuando se tenga noticia de su fallecimiento.
Este nuevo proyecto marca funciones para el Consiliario, e inclusive en su art. 60 reconoce la potestad del Ordinario Diocesano para:
– La aprobación y modificaciones de los Estatutos.
– La concesión de la licencia necesaria para la enajenación de los bienes de la hermandad de acuerdo con las normas del Derecho Canónico vigente.
– La disolución de la Hermandad.
Se añade al proyecto anterior, el Titulo X, que regula la modificación de los Estatutos y la extinción de la Hermandad.
Aprobados los Estatutos, se comentan los enfrentamientos existentes en el seno de la Junta de Cofradías con motivo de los horarios del Viernes Santo.
Se comunica igualmente a la hermandad, las relaciones entabladas con la Hermandad de la Exaltación de la Santa Cruz de la localidad de Tarancón.
Para 1996 se elaboran nuevos banzos para as andas por el hermano Quiterio Martínez Torrecilla, siendo barnizadas las andas por Mariano Ballesteros Rodrigo y Jesús de la Cruz Langreo.
Tras varios años de búsqueda, se ha conseguido tela con destino a los capuces y fajines, reiterándose la obligación de que este color sea el obligatorio para el desfile de este año. Se inicia la venta de escudos.
Se nombra una representación para asistir el 24 de marzo, en Tarancón a la bendición del paso de la Exaltación de Ntro. Sr. Jesucristo, perteneciente a la cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz y Dulce Nombre de María de la mencionada localidad conquense.
Se acuerda que antes del comienzo del desfile se realizará un acto litúrgico con lectura del Evangelio, de lo que se encargará el Consiliario D. Dimas Pérez.
Pese a que en los Estatutos se establece la subasta de banzos, la realidad es que los mismos se continúan cubriendo por el sistema de cuota fija, que para 1996 se establece en 12.000 pesetas. Para la elección de Jefe de Banceros, se suprime igualmente la subasta, pasando a ser un puesto de designación directa en Junta General, pagando por ello el mismo importe que por un banzo.
Monseñor Don Ramón del Hoyo, Obispo de la Diócesis, aprueba los Estatutos con fecha 7 de diciembre de 1996, por lo que los mismos entran en vigor en esa misma fecha.
Al ser puesto en andas el Domingo de Ramos, el Stmo. Cristo sufre la rotura del clavo de una de sus manos, al ser golpeado contra un banco de la Iglesia, impidiendo este mismo banco que la talla fuera al suelo, pero sembrando la inquietud entre la hermandad, por lo que se comunica que el traslado del Cristo desde el Altar Mayor a las andas, será realizado por un reducido y experto numero de cofrades.
En la junta del 16 de febrero de 1997 se estudia la restauración del paso, para lo que la directiva se ha puesto en contacto con Elena Suay Vara, quien se encuentra al frente de la escuela-taller que en ese momento restaura la muralla de Cuenca. Se cuenta con el compromiso de la Excma. Diputación Provincial de una subvención de quinientas mil pesetas; se apertura cuenta corriente para recoger donativos, abierta con cincuenta mil pesetas por los miembros de la Junta de Diputación. Con idéntica finalidad se dan a conocer las gestiones realizadas por José Manuel Martínez Cenzano y de Ángel Valiente, Delegado de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha y de la Consejería de Educación y Cultura, respectivamente, quienes han solicitado que el paso sea restaurado por la escuela-taller de próxima creación en la cuidad de Toledo, con el fin de la conservación del patrimonio de la Comunidad Autónoma, esperando sea la primera obra restaurada en la provincia de Cuenca, lo que no supondría gasto alguno para la hermandad. Ante los dos proyectos, la junta general le da el visto bueno al segundo de ellos por considerarlo mucho mas beneficioso.
Se presenta a la junta general, el mosaico de azulejos con que la cofradía de Tarancón, obsequio a esta hermandad el día de la bendición del paso de aquella.
Se faculta a la junta directiva para participar en la redacción de una nueva concordia entre las hermandades que componen el desfile.
Por primera vez en 1997 y al existir mayor numero de hermanos que quieren ejercer el derecho de banceros, se decide que los banzos sean subastados, fijándose no obstante un precio mínimo de quince mil pesetas.